Ayer conocí a Anne Israel en Can Jordi Blues Station. Me sorprendió ver aparcada allí una antigua caravana, como las de las películas del oeste, repleta de vestidos vintage y otras joyas. La gran sorpresa fue charlar con la autora de tan original proyecto: una mujer que trabaja como responsable de arte y decoración en películas de éxito, pero dice: «Cuando estoy en París, me falta Ibiza. La caravana, más que una forma de vender, responde a mi necesidad de encontrarme con gente».

Vive a caballo entre París e Ibiza y así se siente: mitad parisina, mitad ibicenca. Con su caravana de sueños (un camión customizado) recorre los puntos de la isla donde ella cree que se encuentra el espíritu de la Ibiza más auténtica. Nosotros la encontramos en Can Jordi Blues Station. Alli nos contó que «no me gusta vivir en la isla como una turista. Quiero conocer gente y he creado este espacio para mostrar mi amor a la isla. Es un lugar de encuentro, donde no existen ricos y pobres».

Junto al camión, un lugar para sentarse y charlar. Dentro de la caravana, prendas vintage y también pañuelos diseñados y creados por ella misma, como homenaje a la isla, en los que ha estampado la famosa joya ibicenca: la emprendada. Esta artista parisina dedicó un buen rato a conversar con nosotros y con otras personas. Pero durante su parada en Can Jordi, también fuimos testigos  del éxito de los pañuelos que ha diseñado ella misma y que ha producido junto con amigos que trabajan en la alta costura en Francia. Son pequeñas joyas artesanales y ayer vendió varios de esos pañuelos al precio de 150 euros cada uno.

No es de extrañar, porque Anne Israel ha sido la responsable de la dirección artística y el atrezzo en la película «Amor», dirigida por Michael Haneke, sin lugar a dudas la película del año 2012 en Francia.  Además, a lo largo de su vida ha trabajado con celebrities como Cathy Guetta. Acostumbrada a estar cerca de famosos, explica que le fascina Ibiza desde hace 30 años porque «es una tierra donde siempre he visto que convivían ricos y pobres; payeses y hippies, famosos y desconocidos…era un lugar donde siempre había una mezcla y una igualdad entre la gente que no había visto en ninguna otra parte».

Desde hace cinco años, vive en una casa payesa, situada en el norte de la isla. Allí encuentra la Ibiza que ella adora, pero lamenta que «los padres de mi marido tienen desde hace 50 años una casa en Es Jondal. Ahora resulta que es un lugar de referencia para la gente rica y a mí me ha ocurrido que gente muy grosera, en un coche de lujo, han bloqueado el acceso privado  a esa casa. Simplemente porque ellos se creían que era un camino público, pretendían echarnos a nosotros del camino. Es gente que llega y piensa que la isla es suya porque tienen dinero y llevan a chicas muy jóvenes, seguramente modelos, en el coche. La gente que tiene el dinero nos quiere echar a los demás. De esa forma, están estropeando la esencia de la isla».

Es el tema que más le preocupa: «El sur de la isla ha cambiado mucho. Hay demasiada gente rica. Se está olvidando lo que es la Ibiza de verdad. La gente tiene que reflexionar sobre lo que está ocurriendo. Es ahora cuando hay que definir qué queremos ser en el futuro. Creo que hoy por hoy se da demasiada importancia al negocio y la fiesta».

Y en realidad, cuenta que ésa fue su inspiración para convertir el antiguo camión en caravana: su leit motiv es recorrer la isla y hablar con la gente: «Quiero mostrar mi amor a esta tierra. De corazón soy ibicenca».

¿Dónde la podéis encontrar? En el rastrillo que se celebra los sábados por la mañana en el hipódromo de Sant Jordi, donde se venden antigüedades y objetos de segunda mano. También en el mercadillo que se celebra los domingos en Cala Llenya, en mitad del campo, donde se venden curiosidades, artículos vintage y suele haber música en vivo. Anne seguirá acudiendo a lugares tan originales y auténticos como Can Jordi, pero no tiene lugar fijo. Es itinerante.

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